(Nombre Político Victor Alfonso Martinez)
Rut : 5.572.888 de Santiago
F.Nacim. : 02 02 52, 22 años al momento de su detención
Domicilio : Calle Cinco de Abril, El Carmelo Nº 196, Comuna de Maipú, Santiago
E.Civil : Soltero
Actividad : Ingeniero de Ejecución Mecánico U.T.E.
C.Repres. : Militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR)
F.Detenc. : Junio de 1974
Alfonso Domingo Díaz Briones, 22 años de edad, Ingeniero de Ejecución, mecánico, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR), abandonó el hogar paterno (su residencia habitual), a mediados de junio de 1974, a fin de salvaguardar su vida y su integridad física, debido a que estaba siendo buscado por los organismos de seguridad del Estado. Alcanzó a tener comunicación telefónica con su grupo familiar, con el propósito de mantenerlos debidamente informados acerca de su estado y situación por dos días, en que esta comunicación se vio abruptamente interrumpida, sin ningún tipo de explicación por parte de Domingo, perdiendo sus familiares todo rastro de él hasta la fecha
Dos días después que Alfonso se ausentara de la casa paterna, llegaron hasta el domicilio de la familia Díaz Briones tres personas de civil, los que se identificaron verbalmente como pertenecientes a la «Policía Política». Ingresaron al domicilio sin anunciarse previamente y preguntaron por Alfonso Díaz, a lo que el dueño de casa (padre de Alfonso) respondió que él era; de inmediato le replicaron que buscaban a Alfonso Díaz Briones, a lo que el padre de éste respondió que llevaba dos noches sin llegar a la casa. De inmediato interrogaron a los miembros de la familia en relación a Alfonso, su paradero, sus actividades y sus amistades.
Acto seguido, los civiles procedieron a allanar, registrando toda la vivienda e incluso hicieron abrir unos sacos de cemento que estaban en el patio, sin que encontraran nada de lo que aparentemente buscaban.
Uno de los individuos era moreno, de baja estatura, pelo entrecano corto, vestía impermeable azul y portaba una metralleta, la que intentaba simular bajo el impermeable. Otro era alto, tez blanca, pelo ondeado y castaño, corpulento, vestía traje de color café y representaba entre 35 y 40 años. El tercer integrante era el más bajo de todos, de aspecto bonachón, tez blanca, pelo castaño. El agente más alto, sacó al patio de la casa a don Aurelio Alfonso Díaz Sánchez, padre de Alfonso, a quien interrogó por separado.
El grupo de civiles se movilizaba en una citroneta de color blanco.
Los agentes, antes de retirarse del domicilio, advirtieron al grupo familiar que, apenas apareciera o se comunicaran con Alfonso Domingo Díaz Briones, le indicaran que se presentara en Investigaciones, puesto que «si no lo hacía y caía en manos de la FACH, le iba a salir pesado».
Con posterioridad a esta visita, la vivienda quedó sometida a una evidente vigilancia por parte de civiles que se turnaban para ello, y los integrantes de la familia quedaron sujetos a un control que, aunque indirecto, era suficientemente apreciable.
Quince días después, otra vez, la familia Díaz Briones fue visitada por otros tres individuos de civil, con los mismos propósitos, es decir, averiguar datos relativos a Alfonso Díaz. En esa oportunidad los civiles se identificaron como pertenecientes al Servicio de Investigaciones, no portaban armas a la vista y se movilizaban en un automóvil marca Peugeot de color rojo.
Alfonso Domingo Díaz Briones, trabajaba hasta el momento de los hechos en un taller de tornería, ubicado en calle Grumete Bustos, Nº861, en el sector Vivaceta de Santiago. En ese taller trabajaba en sociedad junto a Luis Arias Pino, quien fuera muerto por la DINA en un falso enfrentamiento el 19 de febrero de 1975. Ambos laboraban en el taller por lo menos desde el año 1972, fecha en que tuvo lugar una explosión en ese lugar. A consecuencia de lo señalado, en ese tiempo concurrieron funcionarios de Investigaciones hasta el sitio de los hechos, con el objeto de comprobar las causas de la explosión, informando los funcionarios que en dicho taller se encontraban Alfonso Díaz Briones y Luis Arias Pino. Según consta en informe de Investigaciones, la explicación de la explosión de un motor de citroneta no fue considerada veraz por el personal de Investigaciones que concurrió al taller en la época de los hechos.
Con posterioridad a estos acontecimientos, el jueves 23 de junio de 1974, el diario La Tercera de La Hora, publicó una crónica informando que el día 12 de junio de 1974 (el día anterior a que Alfonso abandonara la casa paterna), efectivos de la FACH descubrieron «uno de los más modernos talleres de fabricación de armamentos montado por el proscrito Movimiento de Izquierda Revolucionaria», ubicado «en la populosa calle Grumete Bustos 861, Barrio Vivaceta».
Después de una completa descripción del taller, la crónica señala que sobre una de las murallas se encontraba «el correspondiente certificado que acredita a «Luis Arias Pino y Cía.», como miembro del Registro Nacional de Comerciantes, Pequeños Industriales y Artesanos.» Según la crónica, en el taller vivía gente «pero ésta alcanzó a salir del lugar antes que llegaran los efectivos de la FACH.»
En la misma fecha (el 12 de junio de 1974) en que la FACH allanó el taller mecánico ubicado en la calle Grumete Bustos, este organismo buscaba a Díaz Briones, según se lo hicieron saber a la familia de este último, el día en que individuos de civil allanaron el domicilio de los Díaz Briones, en busca de Alfonso. Desde esa fecha sus familiares no han vuelto a saber de Alfonso Domingo.
La familia Díaz Briones estaba vinculada por razones de parentesco al ex militante del Partido Socialista, y posterior colaborador de la DINA, Juan René Muñoz Alarcón.
Este agente fue conocido como «el encapuchado del Estadio Nacional», ya que en el año 1973 participó de esa manera reconociendo y denunciando a antiguos militantes de partidos de izquierda en ese recinto deportivo, ocupado como lugar de detención. Posteriormente pasó a colaborar con la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA). En el año 1977, se acercó y denunció a la Vicaría de la Solidaridad los procedimientos y torturas que debió ejecutar y que conoció como agente. Al poco tiempo fue asesinado; el 22 de octubre de 1977, su cuerpo fue encontrado en un potrero ubicado en Enrique Olivares frente al N°1168 con heridas múltiples cortantes penetrantes en diferentes partes del cuerpo, lo que le ocasionó la muerte. Su testimonio otorgado a la Iglesia, fue entregado por las autoridades de la Vicaría de la Solidaridad a la Corte Suprema, la que designó al Ministro en Visita Osvaldo Faúndez para conocer de los hechos que motivaron la denuncia.
Alfonso Díaz Briones permanece en calidad de desaparecido desde junio de 1974, fecha en que fue allanado su domicilio y en que su familia pierde contacto con él.
GESTIONES JUDICIALES Y/O ADMINISTRATIVAS
El temor y el amedrentamiento de que fue víctima la familia Díaz Briones, además de la esperanza de que Alfonso pudiera regresar en cualquier momento, les impidió realizar gestiones en su favor, hasta que el día 5 de noviembre de 1976, doña Beatriz Briones Zúñiga, presentó ante el Séptimo Juzgado del Crimen de Santiago, una denuncia por presunta desgracia que pudiera haberle ocurrido a su hijo Alfonso Domingo Díaz Briones. La misma fue acogida a tramitación bajo el rol Nº78.843?3. Durante el desarrollo del proceso, una serie de diligencias solicitadas por la parte denunciante no fueron acogidas por el Juez, «por no ser parte».
Con fecha 10 de noviembre de 1977, se presentó ante el mismo Juzgado una querella por secuestro y arresto ilegal de Alfonso Domingo Díaz Briones, en contra de quienes resulten responsables.
La querella fue rechazada, no acogiéndose a tramitación, en virtud de que el Juez consideró que no cumplía con las exigencias del art.94 Nº3 del Código de Procedimiento Penal. Es decir, no haberse individualizado o designado claramente a los secuestradores. Posteriormente, con fecha 7 de diciembre de 1987, se acogió la apelación de la parte querellante, dejándose sin efecto la resolución anterior, teniendo por interpuesta la querella, la que se acumuló a la causa 78.843 3, por tratarse de los mismos hechos
El 27 de abril de 1978, el Tribunal resolvió, atendida la naturaleza de la ley de amnistía y siendo inoficioso prorrogar la investigación, declarar cerrado el sumario. Resolución que fue revocada con fecha 7 de junio de 1978 por la Corte de Apelaciones de Santiago, «por encontrarse incompleta la investigación».
Con fecha 15 de mayo de 1979, siguió conociendo la causa el Ministro en Visita señor Servando Jordán quien, a través de diversas diligencias, logró establecer que el 17 de noviembre de 1972, en una explosión ocurrida en un taller de tornería, ubicado en calle Grumete Bustos Nº861, se encontraban Alfonso Díaz Briones y Luis Arias Pino. Igualmente, al constituirse en la II División del Ejército, y tomar conocimiento de la causa Nº797 77 de la Primera Fiscalía Militar, pudo establecer que Luis Fidel Arias Pino (compañero de trabajo y de partido de Alfonso Briones Díaz), fue muerto por agentes la DINA el 19 de febrero de 1975 en el inmueble ubicado en calle Príncipe de Gales Nº6445, comuna La Reina, en Santiago. En el informe de Investigaciones, se expresa que Arias era buscado por tener una orden de aprehensión de 8 de julio de 1974 de la Fiscalía de Aviación. Dentro del mismo proceso, el Ministerio del Interior informa que Arias se desempeñaba como encargado de logística del MIR, dedicado a la armaduría de metralletas. Sin embargo, el 24 de abril de 1980, el Ministro en Visita sobreseyó temporalmente la causa, «teniendo presente que no se encuentra completamente justificada la perpetración de los delitos de la querella», resolución que fue confirmada por la Corte de Apelaciones, con fecha 9 de mayo de 1980. Debido a esta resolución, la parte querellante presentó un recurso de queja ante Corte Suprema, la que lo rechazó, siendo devuelto el expediente al Juzgado de origen para su archivo, sin que se lograra establecer la suerte ni el estado de la víctima.