Se cumplen 59 años del 25 de mayo de 1961
Luis Cifuentes S.
La Universidad Técnica del Estado (UTE) nació en 1952 llevando en sí una doble carga. Por una parte, su largo pasado no universitario (su primer antecedente histórico, la Escuela de Artes y Oficios, EAO, había sido fundada en 1849) significó un lastre considerable, debido a la ausencia de tradiciones propiamente académicas, a hábitos administrativos y docentes anticuados y a la desmedrada presencia de la investigación.
Por otra parte, la UTE heredó el poder de tipo feudal que los directores de las escuelas técnicas superiores (las había en Antofagasta, Copiapó, La Serena, Santiago, Talca, Concepción, Temuco, Valdivia y Punta Arenas) habían tenido por tradición. El rector de la UTE no era elegido por los catedráticos, como en la Universidad de Chile, sino por un grupo mucho más reducido: el Consejo Universitario. En suma, la estructura de gestión era antidemocrática. Estos problemas generaron intenciones de Reforma ya a fines de los años 50.
La campaña por la Reforma.
En abril de 1961, siendo presidente de la FEUT Daslav Ursic, los estudiantes de la Sede de Copiapó ocuparon sus locales en protesta por la antidemocrática elección del director. El 25 de mayo la Federación de Estudiantes de la UTE (FEUT) llamó a un movimiento de protesta en todas las Sedes restantes iniciándose así la campaña por la Reforma. Desde ese momento comenzó un trabajo serio, responsable, prolongado y paciente de debate y elaboración.
Durante los años siguientes, en convenciones, congresos y asambleas, como también en conversaciones de pasillo, peña y casino, incluidas muchas discusiones de trasnoche, fueron forjándose las ideas y conceptos que, sobre el futuro de la universidad, propuso el movimiento estudiantil. Estas se plasmaron en artículos, declaraciones, ponencias e informes que, al ser discutidos y rediscutidos, fueron destilando las ideas que posteriormente concitarían el apoyo de toda la comunidad.
En 1966, al cabo de cinco años de campaña reformista de sus estudiantes, la UTE entró en una grave crisis presupuestaria debido al desorden administrativo e incompetencia de sus autoridades. La FEUT llamó a un movimiento nacional en defensa de la universidad, que se expresó en grandes marchas que confluyeron hasta Santiago desde las más lejanas sedes provinciales. A su paso por diversas ciudades los jóvenes fueron recibidos y apoyados por los sindicatos y los sectores progresistas. Una vez en Santiago, hubo grandes movilizaciones con considerable apoyo ciudadano y el movimiento terminó con éxito.
Hay quienes dan el año 1967 como fecha de inicio del movimiento reformista en Chile, pero esto es un error: si bien fue durante ese año que este proceso llegó a ocupar los titulares de la prensa, especialmente debido a los acontecimientos en las Universidades Católicas de Santiago y Valparaíso, en varias universidades había desarrollos previos, como queda de manifiesto en el caso de la UTE.
Quienes busquen una relación causal entre los acontecimientos de mayo y junio del 68 en París y el movimiento reformista chileno, fracasarán en sus intentos. Sólo encontrarán ecos formales en las barricadas santiaguinas de fines del 68, pero para quienes participamos en aquella ola de cambio, los eventos parisinos fueron una mera confirmación de algo que, teniendo sus raíces en la misma historia contemporánea, había comenzado a manifestarse en Chile – y en muchos otros países – varios años antes.
En 1967 el paciente trabajo de elaboración de la FEUT llegó a un punto trascendente. Fue ese año que la FEUT llamó a profesores y estudiantes a constituir organismos colegiados democráticos de facto, a nivel de departamento. Estos no sólo se constituyeron, sino que, en muchos casos, los documentos propuestos por la FEUT fueron adoptados como pauta normativa con la anuencia unánime del profesorado.
Cuando el grupo de poder intentó reelegir al rector por los viejos y repudiados mecanismos, el 14 de septiembre del 67 los estudiantes ocupamos la totalidad de las dependencias universitarias, de Antofagasta a Punta Arenas, con el apoyo de numerosos profesores y funcionarios, lo que se expresó, por ejemplo, en declaraciones públicas de apoyo al movimiento emitidas por los Consejos de Profesores de la Escuela de Ingenieros y de la Sede de Concepción.
El 27 de octubre de 1967, el gobierno de Eduardo Frei Montalva intervino y creó la Comisión de Reforma de la UTE en términos muy similares a los propuestos por el estudiantado. Esto condujo a la renuncia del rector Horacio Aravena a comienzos de 1968, a la primera elección democrática de rector en agosto del mismo año, en la que fue elegido el abanderado reformista, Enrique Kirberg en claustro pleno de profesores y estudiantes, y a la redacción de una nueva Ley Orgánica de la UTE, que sería finalmente promulgada el 7 de diciembre de 1971, durante el gobierno de Salvador Allende Gossens.
Lo que vino después es bien conocido, pero lo que he querido destacar en estas líneas es que el movimiento del 25 de mayo de 1961 desató acontecimientos que conducirían a una transformación total y profundamente positiva de la Universidad Técnica del Estado.
El estudio de esa experiencia sigue siendo un desafío para quienes aspiren a que las universidades chilenas vuelvan a identificarse plenamente con los intereses de las grandes mayorías nacionales.
25 de Mayo 2020