19 mayo, 2020
La respuesta represiva brutal, este lunes 18 de mayo, al reclamo por la miseria, de pobladores de la comuna de El Bosque, Región Metropolitana, constata que La Moneda sigue apostando por la violencia, por la “guerra interna” contra las legítimas demandas ciudadanas.
El gobierno lanzó a las tropas de Fuerzas Especiales, a un reclamo por alimentos de familias de pobladores, que están sufriendo hambre y desesperación como consecuencia de la pandemia, y de la ineficacia e insensibilidad oficial ante su situación.
De acuerdo al testimonio de la prensa, estas protestas se sucedieron además en otras comunas de la capital chilena, donde el Coronavirus está evidenciando las condiciones de hacinamiento, pobreza, desatención sanitaria, hambre, desnutrición, cesantía e inseguridad.
Las migajas que está ofreciendo el gobierno a través de sus mezquinos planes de “emergencia”, que parten de 65 mil pesos mensuales, que van disminuyendo en los tres meses siguientes beneficiaría a un 60 por ciento más vulnerable del Registro Social de Hogares, vienen a ser una burla cruel a la miseria en que sobreviven.
Así es comprensible y justificable que brote la exasperación y la desesperación masiva.
Pero el Gobierno, a través de su ministro del interior, Gonzalo Blumel prefiere el tono beligerante de la “guerra interna”, y acusa de estar detrás de un virtual complot, a sectores políticos de la izquierda, en un esquema de satanización, que busca justificar ulteriores agresiones a la democracia.
El personero oficial acusó al Frente Amplio y al Partido Comunista, de “exacerbar” diferencias e intentar reponer r un “ambiente de confrontación”, “tensionar a la gente y llamar a la gente a movilizarse” en medio de la emergencia.
Incluso, saliéndose del libreto y tono de “dialogante” con que se le ha vestido por la propaganda oficial, amenaza con una situación “que puede terminar costando vidas”.
Si vamos a leer con atención estas amenazas, la ciudadanía puede considerar que estas “consecuencias” de la legítima protesta ciudadana, están consideradas en el capítulo de las “bajas” aceptables o “colaterales” de la guerra interna en desarrollo por La Moneda, y la militarización del control del llamado orden público.
Mientras tanto, el ahora ministro con “rostro humano” (antes era vociferante), Jaime Mañalich, detalló al mediodía de este martes 19 de mayo, que en las últimas 24 horas, hubo 31 fallecidos por Covic.19, cifra record de la crisis, que elevó a 509 las víctimas fatales, lo que, apuntó “ya es una tendencia”.
Aunque, insistió que esta todo bajo control, que la cifra de letalidad se mantiene entre las más bajas del mundo”, aunque reconoció que la cifra de nuevos contagiados de Covid-19 (al día lunes 18), 3 mil 520, considerada un record histórico, era “preocupante”.
Es decir, el balance al día de hoy, de la crisis sanitaria y de la repuesta represiva oficial a la crisis económica, una noticia en desarrollo, como se estima decir en los medios de comunicación, muestra un rumbo peligroso.
Y francamente, amenazante, para la salud y las condiciones de vida, para la estabilidad del sistema democrático y los derechos humanos de los chilenos.
Por Marcel Garcés muñoz Periodista
Director de Crónica Digital
Santiago de Chile, 19 de mayo 2020
Crónica Digital